En un discurso de forma telemática, Zelenski pidió al tratado militar acabar con “las zonas grises en el flanco oriental para dar una respuesta firme a las acciones de Rusia».
Durante la primera jornada de la cumbre de la OTAN en el recinto ferial de IFEMA-Madrid, el mandatario subrayó que «si realmente identifican a Rusia como la principal amenaza, deben apoyar completamente su principal objetivo bélico”, que es Ucrania.
Sin matices y con una tendencia casi hacia la unanimidad, el bloque de la OTAN dio este miércoles sólidos pasos en un camino cada vez más armamentístico en Europa, que el presidente estadounidense, Joe Biden, calificó de “otanizar” al denominado Viejo Continente.
«No es una guerra de Rusia solo contra Ucrania. Es una guerra por el derecho a dictar las condiciones en Europa. Por el futuro del orden mundial. Por eso, es absolutamente necesario apoyar a Ucrania con armas, políticas y medidas económicas, como sanciones que impidan que Rusia financie la guerra», dijo Zelenski.
En ese mismo tono, los líderes de la OTAN aprobaron hoy el nuevo Concepto Estratégico de la alianza militar, documento que guiará las políticas de la organización transatlántica ante los desafíos y amenazas en la próxima década.
«Hemos respaldado un nuevo Concepto Estratégico. Describe el entorno de seguridad que afronta la alianza, reafirma nuestros valores y detalla el propósito clave de la OTAN y su mayor responsabilidad de garantizar nuestra defensa colectiva basada en un enfoque de 360 grados», anotó la declaración política.
Según el texto, el Concepto Estratégico establece las tres tareas principales del bloque: la disuasión y defensa de la organización; la prevención y gestión de crisis; y la seguridad cooperativa.
Rusia está mencionada de manera explícita, y de modo muy diferente a 2012 cuando se le reconocía como un socio estratégico para la OTAN.
Remarcando un espíritu que observadores consideraron clave en el retorno de la guerra fría, el protocolo hace asimismo referencia a China, arguyendo «ambiciones declaradas y las políticas coercitivas» que supuestamente desafían los intereses, seguridad y valores de la OTAN.
Empero, las acusaciones más verticales fueron amplias y diversas contra Rusia, a la cual la alianza atlantista denunció por el presunto uso de «medios convencionales, cibernéticos e híbridos contra la OTAN y sus aliados».
Antes, el presidente Biden, detalló el despliegue militar ampliado del Pentágono en Europa dentro de la OTAN.
El ocupante de la Casa Blanca alabó el inminente ingreso al grupo de Suecia y Finlandia, y reiteró la decisión de Washington de elevar de cuatro destructores en la base naval de Rota (sur de España), a seis estos buques de guerra, piezas fundamentales del sistema antimisiles de la OTAN.
Adelantó que instalará una sede especial en Polonia para redoblar el flanco oriental de la alianza militar, reforzará su apoyo al Reino Unido, lo mismo que a Italia y Alemania.
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