Durante la vigilia se recitaron poemas y se cortó un pastel en honor del periodista australiano, quien está encerrado en esa cárcel de máxima seguridad desde abril de 2019, reportó el Comité para la Defensa de Julian Assange (JADC) a través de la red social Twitter.
Pensamos en él todo el tiempo, y tratamos de definir estrategias para ayudarlo a ganar la batalla contra su extradición, afirmó Maxine Walker, activista de la organización desde una tribuna improvisada a pocos metros de los muros de la prisión.
Assange recurrió ante el Tribunal Superior de Londres la decisión de la ministra británica del Interior, Priti Patel, de entregarlo a Estados Unidos, que quiere enjuiciarlo por exponer en WikiLeaks crímenes de guerra cometidos por militares norteamericanos en Irán y Afganistán, y otros secretos de la diplomacia estadounidense.
El caso pasó a manos de Patel después que esa misma corte aceptó en abril pasado la apelación de los fiscales estadounidenses contra la decisión de una jueza de primera instancia, que se negó a extraditarlo, debido a su frágil salud mental.
De ser juzgado y declarado culpable por la justicia norteamericana, Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel a partir de los 17 cargos relacionados con la ley de espionaje que se le imputan.
Sus seguidores y el gremio periodístico internacional afirman que el eventual encarcelamiento del fundador de WikiLeaks en Estados Unidos sentaría un grave precedente contra la libertad de prensa.
En su opinión, Washington pretende intimidar a los comunicadores para que no sigan los pasos de Assange, y se abstengan de publicar información sensible para los intereses estadounidenses.
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