En realidad existen tres tipos y el último identificado, V. boliviana, crece en La Rinconada Gardens de Bolivia, con el récord global de tamaño de hoja al medir 3,2 metros de ancho, describió la revista estadounidense Frontiers in Plant Science.
Miembros del británico Real Jardín Botánico de Kew tuvieron un espécimen vivo de esta planta acuática durante 177 años, mientras expertos del Herbario Nacional del país andino-amazónico recolectaron uno hace poco más de tres décadas, amplió un artículo.
Sin embargo, se unieron bajo el amparo de un proyecto investigativo para saldar sus dudas cuando un artista botánico documentara diferencias del nenúfar boliviano al ilustrar dos días de su floración.
El equipo indagó si no podría ser V. amazonica o V. cruziana, porque la forma, el color y el tamaño de sus hojas, flores y semillas parecían una mezcla de las dos especies.
El análisis genético encontró inserciones y deleciones de ADN en los cloroplastos que establecieron que era una especie distinta, argumentaron los autores.
Botánicos europeos del siglo XIX encontraron majestuosos nenúfares con hojas más grandes que una mesa de ping-pong y primero pensaron que estas plantas sudamericanas constituían una sola especie.
Pronto se dieron cuenta de que el género Victoria, llamado así por la monarca británica contemporánea, comprendía dos, V. amazonica y V. cruziana.
Los indígenas bolivianos, según confirmaron los resultados del estudio, nombraron durante mucho tiempo a las conocidas: “auapé-yaponna”, para V. amazonica, y “yrupé”, “yacare yrupé” o “naanók lapotó” para V. cruziana.
Las evidencias indicaron que emplean la primera en el objetivo de preparar un tinte negro para el cabello, y las semillas de la segunda como un sustituto del maíz.
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