Para la mitad de los entrevistados en el estudio los precios de la gasolina o la inflación, que es la más alta en cuatro décadas, son sus mayores preocupaciones y la mayoría considera que las acciones del gobierno federal los perjudican financieramente.
El estado de la economía tiene a los estadounidenses de mal humor, dijo Patrick Murray, director del instituto a cargo del sondeo.
Además, a medida que la Reserva Federal aumenta las tasas de interés para encarecer los préstamos y frenar el alza de precios, un número creciente de economistas advierte sobre los riesgos de recesión.
De acuerdo con la investigación, solo el 10 por ciento percibe que el país avanza en la dirección correcta, un mínimo histórico desde que la encuestadora comenzó a hacer la pregunta en 2013.
A la cifra de personas decepcionadas con la situación del país contribuyó la reciente anulación por parte de la Corte Suprema del fallo que garantizaba el derecho al aborto legal.
La interrupción de embarazos no era una de las grandes preocupaciones a nivel nacional, pero la decisión de la máxima instancia judicial catapultó el tema como una de las inquietudes de los estadounidenses.
La víspera, al conmemorar el aniversario 246 de la independencia, el presidente Biden lamentó que su país diera “pasos hacia atrás”.
Aunque el mandatario no se refirió directamente a la cuestión del aborto, sí resaltó que en los últimos tiempos algunas señales indican cómo “este país va hacia atrás”, expresó que “la libertad se ha reducido”, y que “derechos aparentemente protegidos ya no lo están”.
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