De acuerdo con la organización Gun Violence Archive, el fin de semana del 4 de julio hubo al menos 11 tiroteos masivos en el país, uno de ellos ocurrió en Highland Park (Illinois) cuando un joven de 21 años abrió fuego contra los participantes en el desfile y dejó un saldo de ocho muertos y decenas de heridos.
Los políticos demócratas y la población en general se sienten frustrados con esas cifras que continúan en aumento dos semanas después de promulgar una ley contra la violencia armada, lo cual refleja la necesidad de medidas más estrictas.
La legislación histórica aprobada a fines de junio con el aparente objetivo de detener hechos de ese tipo no prohíbe la venta de rifles de asalto o cargadores de alta capacidad.
Tras la masacre ocurrida este lunes, legisladores demócratas exigieron a sus colegas republicanos un mejor control de los artefactos letales con prohibición de armas semiautomáticas o aumento de la edad para comprarlas.
Sin embargo, es poco probable que los republicanos estén dispuestos a volver a la mesa de negociaciones tan pronto después de aprobar las primeras reformas significativas sobre las armas en tres décadas.
Falta poco para las elecciones de mitad de mandato y el Partido Republicano necesita que su base conservadora asista a las urnas en noviembre y los ayude a lograr el control del Congreso, advirtió la cadena NBC News.
En medio de ese contexto, el 88 por ciento de los residentes en Estados Unidos creen que el país va por el camino equivocado, según una encuesta de la Universidad de Monmouth publicada el martes.
Para la mitad de los entrevistados en el estudio, los precios de la gasolina o la inflación, que es la más alta en cuatro décadas, son sus mayores preocupaciones y la mayoría considera que las acciones del gobierno federal los perjudican financieramente.
A la cifra de personas decepcionadas con la situación del país contribuyó la reciente anulación por parte de la Corte Suprema del fallo que garantizaba el derecho al aborto legal.
La interrupción de embarazos no era una de las grandes preocupaciones a nivel nacional, pero la decisión de la máxima instancia judicial catapultó el tema como uno de las inquietudes de los estadounidenses, indicó el sondeo.
Al conmemorar el pasado lunes el aniversario 246 de la independencia, el presidente Biden lamentó que su país diera “pasos hacia atrás”.
Aunque el mandatario no se refirió directamente a la cuestión del aborto, sí resaltó que en los últimos tiempos algunas señales reflejan cómo “la libertad se ha reducido” y que “derechos aparentemente protegidos ya no lo están”.
Biden, bajo la presión de su propio Partido Demócrata para actuar luego de la histórica decisión de revertir el fallo que permitía la interrupción de embarazos, firmó la víspera un decreto para garantizar el acceso a la medicación abortiva y aumentar la protección de los sanitarios a cargo de esos procedimientos.
La proximidad de los comicios de mitad de mandato el 8 de noviembre apunta a que tanto el tema de la violencia armada como el del aborto formen parte del ambiente electoral e influyan en la inclinación de la balanza.
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