La decisión fue adoptada después que la oposición, encabezada por el partido islamista An Nahda (Renacimiento, en árabe) llamara la víspera a boicotear la consulta y el presidente de la comisión redactora de la nueva Carta Magna asegurara que el texto difundido no es el propuesto por ese grupo consultivo.
El presidente de la comisión redactora, Saduk Belaid, fue más lejos aún y dijo que el esbozo divulgado abre las puertas a un régimen dictatorial y “está hecho a la medida de Kais Saied”, en coincidencia con el fuego graneado de partidos políticos y decenas de organizaciones sociales y gremios de profesionales.
Entre los adversarios de la propuesta aparecen la Liga Tunecina de los Derechos Humanos, la Organización Tunecina contra la Tortura y el Sindicato Nacional de Periodistas; la poderosa Unión General de Trabajadores es otra de las entidades adversarias del jefe de Estado.
Este viernes el mandatario, que gobierna por decreto desde fines de marzo pasado, cuando suspendió el parlamento y cesanteó al gobierno, admitió las críticas al borrador publicado en la Gaceta Oficial y anunció que sería enmendado.
Horas después fue difundido un documento enmendado sin que la oposición haya reaccionado.
La nueva versión será sometida el próximo día 25 a un referendo que será seguido a mediados de diciembre próximo de comicios legislativos.
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