Dicha planta de producción de fertilizantes granulados en Cochabamba se erige en aras de garantizar la seguridad y soberanía alimentaria del país suramericano, indica el reporte.
No se trata (…) de una planta aislada que está por ahí sin objetivo, esta planta significa una parte de esta estrategia nacional para mejorar la productividad agropecuaria y convertirnos en un país que sea autosuficiente en la producción y consumo de sus propios alimentos, es decir, llegar a la seguridad con soberanía alimentaria, enfatizó el mandatario del país andino.
La construcción de la fábrica demandará 33 millones de bolivianos (alrededor de 4.8 millones de dólares) y garantizará la producción de alimentos en el país.
El propio presidente boliviano reconoció la baja productividad de la tierra en el país, algo que se verá inmediatamente revertido cuando esta planta de fertilizantes entre en funcionamiento.
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