El Ejecutivo aprobó un paquete de reformas que permitirá lograr un estatus permanente en el país a residentes durante más de cinco años con el llamado Duldung, o estado de tolerancia.
La administración del canciller Olaf Scholz se encuentra en una revisión del sistema de inmigración germano para permitir que más inmigrantes permanezcan en el país, de acuerdo con la cadena Deustche Welle.
“Somos un país de inmigración diverso y ahora queremos convertirnos en un país de mejor integración”, escribió en Twitter la ministra del Interior, Nancy Faeser.
Normalmente se emite un Duldung a personas a las que se les ha denegado el asilo pero que son incapaces de regresar a su país de origen por varios motivos: amenaza de guerra o arresto en su país de origen, embarazo o enfermedad grave, o estudios o trabajo en Alemania.
Sin embargo, legalmente se les obliga a abandonar el país y vivir bajo la amenaza de deportación, pues solamente es válido por un corto tiempo.
Bajo el nuevo esquema, propuesto por Faeser, las personas que han tenido un Duldung durante cinco años podrían ser elegibles para un estatus de «residencia de oportunidad» de un año.
Durante ese período deben demostrar su voluntad de integración, lo que significa aprender alemán y encontrar un trabajo para asegurar sus ingresos.
Karl Kopp, director de asuntos europeos de la organización de derechos de los refugiados Pro Asyl, refirió que en las condiciones actuales existen muchas personas atrapadas en este limbo legal.
“Otros muchos viven con un miedo concreto desde hace años: Los va a venir la policía a deportarlos, esto les quita energía y les causa mucho sufrimiento”, explicó.
Por su parte, el comisionado de integración del gobierno, Reem Alabali-Radovan, escribió en Twitter que la nueva legislación sería un puente hacia una vida mejor para unas 135 mil personas en la nación.
De acuerdo con un sondeo publicado en abril el origen del 25 por ciento de los alemanes es migrante, lo que equivale a 22 millones de ciudadanos.
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