Este martes Scholf realizó el primero de los encuentros estilo ayuntamiento de verano, en el que, según sus palabras, brinda «una oportunidad para intercambiar puntos de vista sobre problemas y preocupaciones con los ciudadanos», de acuerdo con el medio.
Durante la cita el jefe de Gobierno abordó temas como la guerra en Ucrania, el aumento vertiginoso de los precios de la energía, y la posibilidad de que Rusia cierre por completo el grifo del gas a los alemanes.
Desde que asumió el cargo en diciembre la coalición gobernante de los Socialdemócratas (SPD), de centro izquierda, el Partido Verde y los Demócratas Libres (FDP), Scholz perdió una cantidad significativa de popularidad.
“No debemos simplemente aplaudir”, expresó en alusión a la tradición de la era de la pandemia de la Covid-19 en honor a los trabajadores de la salud.
“Las reformas que se consideran, avanzan con demasiada lentitud, pero la mejora que se busca es una tarea importante a largo plazo”, explicó el canciller.
El pasado día 6 el Instituto alemán de Investigación de Opinión Pública Civey reveló que casi dos tercios de los ciudadanos evalúan negativamente la forma en que el canciller federal, Olaf Scholz, califica la situación en Ucrania.
Anteriormente, fue acusado de hablar con arrogancia con uno de los periodistas durante una conferencia de prensa posterior a la cumbre de tres días del Grupo del G7, que se celebró en Baviera.
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