Al noreste de esta capital, las llamas se desataron en la cercanía de la autopista Metn, en la parte superior de la montaña de Roumieh, en puntos diferentes y separados del fuego aplacado en la jornada de ayer.
En su cuenta de Twitter, la Defensa Civil anunció que se intensifican las labores de extinción del rebrote del fuego junto con los equipos de bomberos.
Señaló, además, la dificultad en los trabajos debido a la falta de vías de acceso para llegar al origen de las llamas.
En las últimas horas, la nación registra otras quemadas en las localidades boscosas de Tiro, Damour-Chouf, Aley, Basbel-Zgharta, Mashha-Akkar y Bsaba-Chouf, de acuerdo con el monitoreo de la Defensa Civil.
A fines de la semana pasada, el Ministerio de Medio Ambiente alertó a la población sobre el alto riesgo de ocurrir incendios forestales en la actual etapa, especialmente en zonas montañosas.
Mediante un comunicado, la autoridad advirtió que los mapas índices emitidos por el Laboratorio de Incendios de la capitalina Universidad de Balamand indicaron un riesgo severo de quemadas de difícil control y rápida expansión.
Al mismo tiempo, el presidente del Comité Nacional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en Líbano, Fadi Ghanem, comunicó sobre la peligrosa ola de tala de árboles en las regiones boscosas para beneficiarse del comercio de la leña.
Ghanem subrayó que una gran parte de los libaneses comenzó a comprar madera en preparación para el próximo invierno debido al aumento significativo de los precios del combustible, el colapso del valor de la libra libanesa frente al dólar estadounidense y los bajos salarios.
En ese sentido, el directivo puntualizó que más del 80 por ciento de los residentes de las zonas montañosas atraviesan condiciones financieras difíciles y recurren a la leña para la calefacción ante el costo elevado del diésel.
La ausencia de supervisión y rendición de cuentas facilita el trabajo de las bandas de taladores, porque los guardabosques no existen y el decreto de nombramiento de funcionarios forestales sigue estancado, declaró.
Cifras oficiales señalaron que en los últimos tres años Líbano ha perdido unas 12 mil hectáreas de bosques como consecuencia de los incendios forestales.
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