El mandatario egipcio expresó que llegó el momento de combinar los esfuerzos para poner fin a los conflictos en Medio Oriente que permitieron la interferencia de potencias extranjeras en los asuntos regionales.
Al-Sisi aclaró que el trabajo conjunto para resolver las crisis no puede tener éxito sin una solución al primer problema árabe: Palestina, sobre la base de un resultado de dos estados.
El gobernante renovó el compromiso de combatir el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones al manifestar que “no hay lugar para el concepto de milicias y bandas armadas en la región”.
Al señalar las implicaciones políticas de la cumbre, el presidente egipcio puntualizó que en el presente las regiones árabe y africana son las más afectadas por el cambio climático.
En la sesión pública de la reunión, el príncipe heredero de Kuwait, Mishaal Al-Ahmad Al-Sabah, subrayó que los acontecimientos recientes requieren más consultas y cooperación mediante la construcción de visiones claras para mejorar la seguridad y la estabilidad.
Al-Sabah abogó igualmente por un desenlace a la cuestión palestina de acuerdo con la legitimidad internacional y el derecho de su pueblo a un estado independiente.
En ese sentido, el primer ministro iraquí, Mustafa al-Kadhimi, convocó a Estados Unidos a desempeñar un papel en el llamado a negociaciones serias para encontrar una respuesta al problema palestino.
Sobre este tema, el Príncipe Heredero de Bahrein, Salman bin Hamad, destacó que la fuente de tensión más importante permanecerá en la región mientras Israel continúe con sus violaciones.
La Cumbre de Seguridad y Desarrollo transcurrirá en Jeddah con la presencia de los miembros del Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo, más Estados Unidos, Egipto, Iraq y Jordania.
Según medios sauditas, la cita abordará los desafíos relacionados con la energía, la inflación, la seguridad alimentaria y el medio ambiente, además los líderes discutirán nuevas formas de asociación y coordinación conjunta para superar estos y otros problemas.
Analistas de la región catalogan la Cumbre como una reunión árabe-estadounidense en la que Biden busca recuperar el control sobre los recursos energéticos en la región y persigue bloquear el camino a China y Rusia, para evitar que establezcan relaciones con sus aliados en Medio Oriente.
En este sentido, el investigador libanés Wissam Ismail en un artículo en la web del canal panárabe Al Mayadeen señaló que la administración norteamericana enfoca sus relaciones con los estados del golfo en función de la seguridad de la energía vital de los Estados Unidos, además de la necesidad europea de petróleo de esta región.
A criterio del profesor universitario, la ambición de Estados Unidos persigue la integración de la entidad israelí dentro de un sistema de países árabes y regionales que impida cualquier proyecto de resistencia integral.
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