De acuerdo con Luis Sánchez, vocero de ese grupo, las bases del colectivo rechazaron el pacto, suscrito bajo presión, según dijo el también secretario general de la Asociación de Educadores Veragüenses.
La víspera, a nombre de Anadepo, Sánchez cedió y firmó con una comitiva del Ejecutivo, encabezada por el vicepresidente del país, José Gabriel Carrizo, un pacto parcial que rebajó a 3,25 dólares el precio del galón de gasolina (1,16 dólares el litro) y de esa manera poner fin a los bloqueos de avenidas y manifestaciones en la calle.
Sánchez apareció este lunes ante las cámaras de televisión rompiendo un papel y dijo que las bases no aprueban el acuerdo, por lo que las protestas continuarán.
Más temprano, en la capital, la alianza Pueblo Unido por la Vida alertó sobre la irresponsabilidad y falta de liderazgo de algunos dirigentes de Anadepo en suscribir acuerdos sin tener en cuenta a otros actores sociales que no representan.
Además instó al Ejecutivo a instalar una sola mesa de diálogo y dejar maniobras para dividir al movimiento popular y sindical.
Junto al tema de combustible, el acuerdo en Veraguas establecía seguir negociando reducciones en la canasta básica y en medicinas, pero sin resultados concretos.
Varios gremios de Veraguas y la vecina provincia de Chiriquí rechazaron este y otros pactos con pueblos originarios, realizados de forma paralela.
Por otra parte, este mismo lunes, la Iglesia Católica coincidió con líderes de la alianza Pueblo Unido por la Vida en que el Gobierno debe convocar a todos los actores sociales y grupos en una sola mesa de negociaciones para detener las huelgas que ya duran casi tres semana.
El Arzobispo Jose Domingo Ulloa manifestó su disposición de ser facilitador de ese encuentro al recibir a representantes del movimiento popular y sindical que se manifiestan en todo el país centroamericano contra el alto costo de la vida.
En reciente conferencia de prensa, uno de los voceros de esa alianza, Saúl Méndez, insistió en la urgencia de una sola mesa de diálogo, donde también esté Anadepo, la cual impondrán al Gobierno con sus acciones de calle.
El también secretario general del Sindicato Único Nacional de los Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares, pidió que se discuta a profundidad el enriquecimiento de oligopolios vinculados a la comercialización del combustible, además de los altos precios de los alimentos, los medicamentos y la tarifa eléctrica.
Otras demandas, dijo, son aumento general del salario y que se dedique al sistema educativo el seis por ciento del Producto Interno Bruto.
El excandidato presidencial en 2019, afirmó que además deberá abrirse un espacio para discutir el actual modelo económico que rige en el país y ha empobrecido al pueblo panameño y las vías para cambiarlo.
“Queremos soluciones reales para todos, no maniobras”, insistió.
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