Según reportes locales, agentes de la Seguridad del Estado llegaron a la sede de la institución en la capitalina calle de Hamra en busca del gobernante; sin embargo, la negativa del permiso judicial privó arrestar a Salameh, quien en la percepción general es el artífice de la peor crisis económica y financiera del país en décadas.
El sitio Al-Nahar reseñó que la fiscal de apelación en el Monte Líbano Ghada Aoun entró luego al banco acompañada de varios de sus escoltas y miembros de la Seguridad del Estado, sin encontrar al gobernador.
Al salir del banco, la jueza Aoun comentó que acudió al lugar con el propósito de implementar la señal judicial, “pero no encontramos al gobernante en su oficina”.
Por su parte, el medio Al-Akhbar divulgó que las fuerzas militares intentaron allanar el Banque du Liban en busca de Salameh, tras recibir el reporte de su presencia en el interior del mismo, luego de no encontrarlo en la mañana en el domicilio de Rabieh.
La propia publicación notificó la solicitud del primer ministro designado, Najib Miqati, de abordar el expediente de Salameh con un consenso político previo sobre un nuevo gobernante.
Desde fines de 2021, investigadores en Suiza, Francia y Luxemburgo buscan pistas en la trayectoria de Salameh por sospecha de malversación de fondos del Banco Central.
En marzo último, la agencia de cooperación de justicia penal de la Unión Europea (Eurojust), ayudó a congelar unos 132 millones de dólares de activos libaneses en Francia, Alemania, Luxemburgo, Mónaco y Bélgica, que incluyen propiedades y cuentas bancarias.
La medida respondió a la investigación de lavado de dinero que relaciona a cinco ciudadanos, entre ellos Salameh, sospechosos de malversar alrededor de 330 millones de dólares.
A inicios de este año, la jueza libanesa Ghada Aoun congeló algunos bienes del director del Banco Central como “medida de prevención” y emitió la prohibición de salida del país hasta que no concluyan las investigaciones por sospecha de blanqueamiento de dinero.
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