González se convirtió en el sexto exministro y dejó la cartera en manos del exoficial de Policía Willy Huerta y un decreto presidencial aceptó su renuncia y le dio las gracias por sus servicios, aunque él afirma que se enteró de la decisión por un mensaje del mandataqrio en Twitter.
Tras conocer el fin de su gestión de solo 15 días, el extitular admitió haber actuado como un “caballo de Troya” al ingresar al Gobierno, y acusó al presidente Pedro Castillo de estar comprometido con la corrupción, por lo que debe ser retirado del cargo.
Sostuvo que el aparente motivo de su cese fue la decisión de crear un equipo selecto de policías, de apoyo al equipo de fiscales formado por el Ministerio Público para combatir la corrupción estatal.
Según su versión, el grupo tenía la misión de capturar a los prófugos Juan Silva, exministro del Interior; y Bruno Pacheco, ex secretario presidencial, y sostuvo que el presidente, sin referirse a ello, le señaló ayer que estaba tomando decisiones inconsultas y después anunció su renuncia.
González repitió lo expresado en un periplo por canales de televisión y dijo que, ante lo sucedido, esperaba que el Congreso de la República procese por infracción constitucional a Castillo y lo suspenda o inhabilite para que asuma la vicepresidenta, Dina Boluarte, con el encargo de encabezar una transición a un nuevo Gobierno.
Añadió que el parlamento debe actuar en tal sentido y también el Ministerio Pùblico -que investiga preliminarmente a Castillo- y señaló que, de lo contrario, “los ciudadanos tendremos que salir a las calles» a hacerse cargo de sacar del Gobierno a Castillo.
Al señalar que asumió protagonismo en la búsqueda de ese objetivo, expresó que Castillo debe saber que “voy por él”.
El ministro de Defensa, José Gavidia, criticó a González por llamar al derrocamiento de Castillo, por su desinterés en elaborar con el Ministerio de Defensa un plan de seguridad ciudadana y por no asistir a los llamados consejos de ministros descentralizados que recogen los requerimiento de la población.
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