El organismo convocó a una conferencia de prensa para explicar el extraño suceso que, por fortuna, no provocó heridos ni daños materiales severos.
“Creemos que fue un error humano”, expresó el secretario general de la JCG, Shohei Ishii, quien subrayó que el incidente se produjo la víspera como resultado de un simulacro de manejo de la ametralladora después de realizar las operaciones de control y carga.
Ishii calificó la situación sin precedentes como muy lamentable.
“Nos aseguraremos de que nuestro personal vuelva a recibir una formación exhaustiva en materia de gestión de la seguridad y trabajaremos para evitar que hechos como este se repitas”, recalcó.
Cuando abrieron fuego con municiones reales contra los acantilados al norte del puerto de Nagayama, Irabu, los siete tripulantes del barco realizaban simulaciones e inspecciones a bordo, previas a un ejercicio de tiro en el mar.
De acuerdo con las investigaciones, el capitán ordenó disparar sin saber que la ametralladora de 20 milímetros estaba cargada.
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