De acuerdo con su página web, la exhibición propone un acercamiento a las obras del artista neerlandés, considerado como uno de los principales exponentes del postimpresionismo, mediante la tecnología y experticia de diseñadores audiovisuales.
Las novedosas técnicas implementadas permiten la concepción de un viaje al universo del virtuoso y el reflejo de sus creaciones más conocidas, entre los alrededor de 800 cuadros y mil 600 dibujos, algunos de ellos expoliados desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
En escenarios, además, de Brasil, Perú y Puerto Rico, el público recibió el abrazo de proyecciones de luz, color y formas arremolinadas, enfocadas en flores y paisajes recurrentes en el compendio artístico de Vincent Van Gogh, junto a bodegones, autorretratos y vistas interiores.
Para el desarrollo de la exposición, sus impulsores, el director creativo franco-canadiense Mathieu St-Arnaud y su equipo del Normal Studio de Montreal, emplean cuatro pantallas de ocho metros de alto y 35 de largo, mediante las cuales las pinturas aparecen sobre diversidad de superficies.
En una hora de duración, los asistentes podrán admirar más de 300 icónicas piezas como La Noche Estrellada, Los Girasoles, El Comedor de Patatas y El Trigal con Cuervos, y la instalación de esta experiencia inmersiva, la más grande de Estados Unidos, abarca 30 mil pies cuadrados.
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