El mandatario se refirió al caso sin mencionar al exministro devenido resuelto opositor que alega fue despedido como represalia por crear un grupo de elite policial de apoyo a la Fiscalía Anticorrupción, y encargado de buscar a dos exfuncionarios prófugos allegados a Castillo e investigados por posible corrupción.
“Recientemente estuvimos en Ayacucho, hice un llamado a los ministros de Estado y les anticipé que el ministro o ministra que no trabaja, se tiene que ir a su casa”, comentó en la inauguración de una exposición de artesanías.
Añadió que “hoy estamos en este escenario, y cuando tengan que decir, no esperen salir de la gestión para hablar de los errores y actos dentro de la administración y dentro de la gestión. Díganlo adentro, que lo que se diga después no tiene sentido”.
Horas antes, los integrantes del Consejo de Ministros rechazaron los ataques de González contra Castillo, a quien señaló como comprometido con la corrupción y acusó de obstaculizar la labor del nuevo equipo de inteligencia y con ello cometer el delito de obstrucción a la justicia, por lo que el Congreso debe destituirlo.
Tanto los ministros como el abogado de Castillo, Benji Mendoza, emplazaron a González a presentar pruebas de sus afirmaciones y le reprocharon que, tras dejar el cargo, reconoció que lo asumió en calidad de “caballo de Troya”, es decir enemigo encubierto.
Entretanto, partidos políticos, parlamentarios y medios de prensa opositores plantean un nuevo intento de vacar (destituir) a Castillo u otra fórmula de lograr su retiro, causa abrazada por el exministro, quien dice que su cese “es el comienzo del fin” para el mandatario y que personalmente hará todo para lograrlo.
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