Según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), el incremento estuvo motivado por la subida de los precios de los combustibles, de la tarifa de electricidad y gas, además de los alimentos y el transporte.
Grant Fitzner, economista principal de la ONS, advirtió que la inflación no fue aun mayor por una ligera caída en los precios de los automóviles de segunda mano.
El especialista agregó, no obstante, que como resultado de la espiral alcista, el costo de las materias primas y de los productos terminados sigue subiendo.
El Banco de Inglaterra, que aumentó los tipos de interés hasta 1,25 por ciento, pronosticó que la inflación llegará al 11 por ciento a finales del año.
Las autoridades conservadoras de Reino Unido atribuyen la crisis del costo de la vida, que según la ONS afecta ya a casi 90 por ciento de la población británica, al incremento de los precios globales de los alimentos y de los combustibles, provocado por el doble impacto de la pandemia de Covid-19 y del conflicto en Ucrania.
Todos los países luchan contra precios cada vez más altos, y sabemos cuán difícil es la situación para la población, pero estamos trabajado junto al Banco de Inglaterra para reducir la inflación, afirmó este miércoles el ministro de Hacienda, Nadhim Zahawi.
La diputada laborista Rachel Reeves, quien se desempeña como contraparte de Zahawi en el llamado gabinete a la sombra (opositor), dijo que la crisis del costo de la vida afecta cada día a más familias, pero lo único que reciben del Gobierno, dijo, es caos, distracción y fantasías económicas sin fundamento.
El líder de la bancada parlamentaria del Partido Nacional Escocés, Ian Blackford, describió la nueva alza de la inflación reportada por la ONS como uno de los récords del mandato del dimitente primer ministro Boris Johnson.
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