De acuerdo con el organismo, la diferencia negativa entre las compras y las ventas del país asiático responde principalmente al encarecimiento de los recursos energéticos en el mercado global, la inflación de los costos de importación y la depreciación del yen.
En medio del desfavorable contexto, las adquisiciones de procedencia foránea crecieron un 37,9 por ciento respecto a la primera mitad de 2021 y las exportaciones subieron un 15,2 por ciento, precisó el informe oficial.
Las cifras relacionadas con la compra de combustibles fósiles se duplicaron en los casos del petróleo crudo (106,3 por ciento) y gas natural (94,1 por ciento), mientras que el desembolso fue triple para obtener carbón (212,8 por ciento).
Por países, aumentaron las importaciones desde China (16,9 por ciento) y Estados Unidos (25,2 por ciento).
Asimismo, sobresalió el incremento de los envíos de hierro y acero a los Emiratos Árabes Unidos y de combustibles refinados como el diésel a Australia.
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