La ceremonia no religiosa tendrá lugar en el salón Nippon Budokan de Tokio y todos los gastos se ejecutarán con presupuesto público, comunicó la oficina del primer ministro.
El jefe del Ejecutivo nipón, Fumio Kishida, presidirá el comité funerario a cargo de las honras al líder político baleado el pasado 8 de julio, mientras pronunciaba un discurso electoral en la prefectura de Nara.
“Los preparativos se harán rápidamente en estrecha colaboración con las partes implicadas para garantizar que sea un funeral solemne y sentido”, expresó en conferencia de prensa el secretario en jefe del Gabinete, Hirokazu Matsuno.
El también vocero oficial anunció que el gobierno invitará a dignatarios extranjeros a participar en el sepelio.
El asesinato de Abe conmocionó a Japón y al resto del mundo. A propósito, el canciller Yoshimasa Hayashi, informó que había recibido un total de mil 700 mensajes de condolencias, procedentes de 259 países e instituciones internacionales.
Como parte del homenaje póstumo, el gobierno nipón confirió a Abe el Collar de la Suprema Orden del Crisantemo (máxima condecoración del país) por sus aportes profesionales en el campo de la diplomacia y la seguridad económica de la nación.
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