El ritmo productivo de las compañías estadounidenses se contrajo en julio por primera vez en casi dos años, ya que la fuerte desaceleración del sector de los servicios contrarrestó el modesto crecimiento de las manufacturas.
Ello pintó un panorama sombrío para una economía expuesta a una alta inflación, alza de las tasas de interés y un deterioro de la confianza de los consumidores.
S&P Global informó que su índice preliminar -o flash- del PMI compuesto de Estados Unidos descendió mucho más de lo esperado, a 47,5 este mes desde 52,3 en junio.
La baja de julio supone el cuarto descenso mensual consecutivo y fue provocada en gran medida por la notoria debilidad del índice del sector de los servicios, que cayó al nivel más bajo desde mayo de 2020, con 47,0 puntos, frente a los 52,7 del mes anterior.
El índice de actividad de las fábricas bajó a 52,3 desde 52,7, lo que indica que el sector sigue creciendo, pero ahora a su ritmo más débil desde julio de 2020.
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