La ceremonia se celebró en el vestíbulo central del Parlamento, donde el titular del Tribunal Supremo, N.V. Ramana, administró la investidura de Murmu como décimo quinto presidente de la India y a continuación la nueva mandataria pronunció su primer discurso a la nación.
Murmu dijo que la belleza de la democracia india radica en que una mujer pobre de una zona lejana se convirtió en mandataria.
Señaló que alcanzar el puesto no es su logro personal, sino el de todos los pobres de la India.
Reiteró su decisión de trabajar por la mejora de los marginados y el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes para el crecimiento inclusivo del país.
A primera hora de la mañana Murmu rindió homenaje al Padre de la Nación, Mahatma Gandhi, en el monumento de Rajghat en Nueva Delhi.
Asistieron a la ceremonia el vicepresidente y titular de la Rajya Sabha (Cámara Alta), M. Venkaiah Naidu, el primer ministro Narendra Modi, y el presidente de la Lok Sabha (Cámara Baja), Om Birla.
Igualmente, miembros del Consejo de Ministros, gobernadores, ministros principales, jefes de misiones diplomáticas, diputados y los principales funcionarios civiles y militares.
Al término del acto, la presidenta india se dirigió a la residencia de Rashtrapati Bhavan, donde recibió una guardia de honor en la explanada y se brindaron las cortesías al dignatario saliente.
Murmu, de 64 años, hizo historia el 21 de julio tras derrotar al candidato de la oposición, el exministro de Finanzas y antiguo canciller Yashwant Sinha, para convertirse en la primera presidenta de origen tribal de la India.
La nueva mandataria conquistó el 64 por ciento de los votos del colegio electoral del Legislativo.
También, Murmu es la primera del país nacida después de la independencia y la más joven (64) en ocupar el cargo.
Además, es la segunda mujer que llega a la presidencia del país, luego de Pratibha Devisingh Patil, quien resultó electa en 2007 como la primera jefa de Estado india.
El mandato es de cinco años y ninguna ley puede aplicarse en el país sin su firma.
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