Las altísimas temperaturas de la canícula, junto a una sequía devastadora y la consiguiente escasez de agua, más la fuerza de los vientos se conjugaron para provocar decenas de incendios forestales que aún asolan el norte de este país norafricano donde unas tres mil 200 familias fueron evacuadas.
El pronóstico sobre la próxima onda tórrida, la tercera desde principios del mes en curso, agrega que es impulsada por un viento seco y caliente que llega desde el Sahara, y añade que se extenderá cuatro días y hará sentir sus efectos en España, Italia, Portugal y Francia.
Las tórridas temperaturas registradas desde mediados del mes en curso causaron hasta ahora la muerte de cuatro personas en las provincias septentrionales marroquíes de Larache, Taounat, Ouazzan, Tetuán, Fahs Anjra y en esta ocasión afectará además las regiones en Beni Melal, Marrakech, Smara, Taroudant, Sidi Ifni, Meknes, Juribga, Settat, Yousoufia.
Aún hoy Equipos de bomberos apoyados por unidades del Ejército tratan de contener los incendios forestales concentrados en la provincia septentrional de Larache sobre la cual un avión atomiza productos químicos para evitar que los incendios lleguen a zonas pobladas, dijeron testigos en la zona.
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