Con la suma de estos ascienden a tres los territorios que proclamaron una situación excepcional después que lo hiciera Nueva York la semana pasada.
La declaratoria permitirá a las agencias de los estados destinar fondos y recursos a las localidades para luchar contra la enfermedad que, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, ocasiona más de cinco mil 800 casos probables o confirmados en la nación.
“California está trabajando con urgencia para frenar la transmisión, aprovechando nuestras pruebas sólidas, el rastreo de contactos y las asociaciones comunitarias fortalecidas durante la pandemia para garantizar que las personas en mayor riesgo sean nuestro enfoque para las vacunas”, dijo el gobernador Gavin Newsom en un comunicado de prensa
Por su parte, el gobernador de Illinois, Jay Pritzker, manifestó que ahora se pondrá a disposición de los necesitados más herramientas para combatir el virus.
“Estoy declarando un estado de emergencia para expandir los recursos y los esfuerzos de coordinación de las agencias estatales para responder, tratar y prevenir la propagación”, tuiteó.
Estados Unidos ostenta el primer lugar en el orbe en número de infecciones por viruela del mono, padecimiento categorizado por la Organización de la Salud como una emergencia de interés global.
En días previos, autoridades los departamentos de salud de San Francisco, Nueva York y Washington divulgaron poseer una cifra insuficiente de vacunas contra el virus.
Ante tal situación, en esos sitios incluso se dejó de programar citas para las segundas dosis de los inmunógenos con el fin de estirar los suministros, según describió un artículo divulgado en la página del servicio de radiodifusión pública de esa nación (NPR).
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