Familiares y organizaciones mantienen la denuncia por las obstrucciones en la investigación, así como la interferencia política, la inmunidad de funcionarios de alto nivel y el irrespeto a las víctimas.
En este contexto, el Papa Francisco invitó esta mañana al final de su audiencia general a orar por las familias de las víctimas y pidió a la comunidad internacional colaborar en el camino del “renacimiento” y la paz de los libaneses.
Según el portal de noticias del Vaticano, el Santo Padre envió un mensaje de consuelo para los afectados y el pueblo libanés y subrayó que la justicia y la verdad “nunca pueden ser ocultadas”.
El pontífice exhortó a continuar la ayuda a Líbano de modo que pueda seguir fiel a su vocación de una tierra de paz y pluralismo, donde las comunidades de diferentes religiones puedan vivir en fraternidad.
La semana pasada comenzaron los derrumbes de los silos del puerto como consecuencia de la fermentación del trigo en el lugar y con ello la amenaza de borrar el único símbolo en pie de la catástrofe, visibles por su altura desde buena parte de la capital libanesa.
A mediados de julio último, la fundación suiza Accountability Now en representación de los familiares de las víctimas impuso una demanda contra una empresa estadounidense por sus presuntos vínculos con la tragedia.
La organización busca justicia sobre la red de corrupción que condujo a la detonación de miles de toneladas de nitrato de amonio descargadas por la firma británica Spectrum Geo, propiedad del grupo de servicios geofísicos estadounidense-noruego TGS.
Por otra parte, el Encuentro Libanés en Francia denunció las maniobras y presiones del sistema político que indican el temor a rendir cuentas y revelar la verdad, al estar involucrados en la explosión, ya sea por negligencia o complicidad.
La explosión del puerto capitalino sucedió meses después de la revuelta popular de octubre de 2019 para acentuar la peor crisis económica y financiera de Líbano, que arrastra hoy a cuatro de cada cinco ciudadanos a la pobreza.
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