Torres, que acompañó al mandatario desde el inicio del Gobierno, hace poco más de un año, primero como titular de Justicia y después como jefe de Gobierno, se caracterizó como polemista de fuerte temperamento y protagonizó numerosas confrontaciones con la oposición de derecha extrema.
Su renuncia se produjo tras semanas de especulaciones y señalamientos de desgaste y agotamiento provenientes incluso de parlamentarios cercanos al mandatario.
Torres invocó razones personales en una breve carta, en la que agradece al presidente la confianza dispensada y dice que se retira “después de haber servido, conjuntamente con usted, a nuestra patria, especialmente al pueblo más postergado y olvidado”.
Al referirse a Castillo como amigo y desearle éxitos, anunció su retorno a las actividades académicas, que dejó para ingresar a la política activa.
El retiro de Torres motivó elogios a su gestión en defensa del Gobierno, que en diversas oportunidades lo llevó a encendidas confrontaciones y declaraciones polémicas.
Hace unos días recriminó duramente a un periodista, por teléfono y en una transmisión por televisión en vivo, por decir que a Torres “le patina el coco” (frase coloquial para calificar la locura).
Torres era conocido solo en las aulas universitarias hasta que, tras la segunda vuelta electoral, encabezó la exitosa defensa jurídica del triunfo de Castillo frente a alegaciones de fraude de sus rivales de derecha extrema.
La decisión de Torres fue lamentada por su antecesor en el cargo, Guido Bellido, del partido Perú Libre, hasta hace poco cogobernante y actual aliado crítico del ejecutivo.
Frente a las críticas opositoras al renunciante, Bellido y otros legisladores progresistas destacaron su desempeño y el primero destacó su popularidad en el interior.
Desde la derecha, el congresista Jorge Montoya manifestó satifacción por la renuncia y acusó a Torres de confrontacional y, en medio de una ola de especulaciones sobre su reemplazante, dijo que lo que el país necesita es un cambio de política y la destitución del presidente por estar investigado por presunta corrupción.
La cancelación de una actividad pública de Castillo y las visitas al presidente de diversas personalidades encendieron ayer las alarmas periodísticas y hoy genera conjeturas sobre el posible reemplazante de Torres.
Los medios de prensa plantean también conjeturas sobre la posibilidad de cambios en el gabinete ministerial, habida cuenta que la renuncia del premier conlleva automáticamente las de todos los titulares y el presidente puede cambiarlos o ratificarlos.
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