El comunicado estimó que se trata de otra medida radical de los legisladores republicanos para quitarles los derechos reproductivos y la libertad de las mujeres, y poner las decisiones sobre el cuidado de la salud personal en manos de los políticos en lugar de las embarazadas y sus médicos.
La votación de ayer, que instituye una prohibición casi total del aborto en Indiana, debería ser una señal para que los estadounidenses de todo el país hagan oír su voz, apuntó el texto.
Añadió que el Congreso también debe actuar de inmediato para aprobar una ley que restablezca las protecciones, la única forma de garantizar el derecho del sexo femenino a elegir a nivel nacional.
Hasta entonces, aseguró, el presidente Joe Biden se compromete a tomar medidas para proteger los derechos y la libertad reproductivos de las mujeres, y el acceso a la atención que se les brinda en virtud de la ley federal.
La nueva normativa sobre la interrupción voluntaria del embarazo en Indiana, que entra en vigor el próximo 15 de septiembre, solo permitirá dichos procedimientos en casos de violación e incesto, antes de las 10 semanas posteriores a la fecundación, si a un feto se le diagnostica una anomalía letal, o en caso de que peligre la vida y la salud física de la gestante.
Su aprobación se produjo después de que la Asamblea General del Estados mostrara su anuencia, pues el Senado votó a favor de la prohibición con un saldo de 28 a 19, y otro tanto hizo previamente la Cámara con 62 a 38.
Indiana fue una de las primeras legislaturas estatales dirigidas por republicanos en debatir leyes de aborto más estrictas tras el fallo de la Corte Suprema que en junio pasado eliminó las protecciones constitucionales para el procedimiento.
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