Lo hizo en un discurso en la pampa de Junín, en la región andina central del país, en el aniversario de la batalla del mismo nombre, victoria clave del Ejército Libertador de Simón Bolívar, la cual precedió a la de Ayacucho, que selló la independencia de Perú y de América del Sur del dominio español.
Comparó a la oposición derechista a su Gobierno con los derrotados hace 198 años, al señalar que “hoy las fuerzas patrióticas seguimos batallando contra las fuerzas realistas que se han convertido en golpistas de la democracia”.
Castillo añadió que aquellos a quienes calificó de golpistas y que controlan el Parlamento, fueron elegidos con algunos miles de votos, lo cual contrastó con los millones que votaron por él.
“Luego de haber soportado durante más de un año, me veo obligado a hacer una cruzada nacional junto al pueblo peruano para defender la democracia” de los golpistas.
Se refirió así a los constantes intentos de desalojarlo del poder, que aprovechan el descenso de su popularidad, sus errores y en las últimas semanas con mayor fuerza las investigaciones por presunta corrupción que le abrió el Ministerio Público.
“Se siguen creando fantasmas de corrupción con pasquines, creando titulares en las pantallas para alejarme de mi pueblo, no lo voy a permitir. Estoy dispuesto a tender la mano a las fuerzas políticas para agendar una gesta por la democracia”, expresó el jefe de Estado.
“Tiendo la mano por última vez para que con todas estas fuerzas políticas agendemos un consenso por la democracia”, añadió, pese a que la oposición rechazó esta semana a su llamado a formar un Gobierno de ancha base con la recomposición del gabinete ministerial.
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