Tras saludar a Petro, a quien llamó “mi hermano”, agregó que “es el momento de la unidad de los pueblos de América Latina.
Reiteró en forma tácita su molestia por la negativa del Parlamento opositor a otorgarle autorización para asistir mañana a la toma de posesión del ganador de la elección presidencial colombiana.
“Que moral tienen de hablar de diplomacia cuando nos quitan este derecho constitucional (de representar al país en el exterior)”, manifestó.
Agregó que tampoco tienen moral para intervenir en la diplomacia los que traficaron armamento para la guerra interna en Colombia, ni los que cargaban droga en el avión presidencial, hechos que ocurrieron bajo el gobierno (1990-2010) del hoy encarcelado Alberto Fujimori.
Fue una referencia tácita al partido fujimorista Fuerza Popular, de derecha extrema y parte de un bloque de oposición de esa línea que promovió el bloqueo al viaje de Castillo a Colombia, con el argumento de que podía fugar para eludir las investigaciones del ministerio público que afronta por presunta corrupción.
El veto genera críticas de diversos sectores que señalan la importancia de las relaciones con Colombia y el hecho de que las diferencias internas no deben trasladarse a la política exterior integracionista con países vecinos, afectándolas.
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