El paquete, impulsado por los demócratas, espera ahora por su visto bueno por la Cámara de Representantes, que lo debatirá el próximo viernes, para luego ser refrendado por el presidente del país, Joe Biden.
El proyecto de ley, llamado Ley de Reducción de la Inflación, prevé además un gasto de más de 430 mil millones de dólares para reducir las emisiones de carbono y extender los subsidios para el seguro médico bajo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio.
Persigue, asimismo, el establecimiento de un impuesto mínimo del 15 por ciento a las corporaciones y el cierre de brechas que los ricos pueden usar para evitar pagar gravámenes, el cumplimiento más estricto del servicio de rentas internas, y el diseño de un nuevo impuesto especial sobre la recompra de acciones.
Otras de sus directrices buscan impulsar la producción y compra de más vehículos eléctricos y fomentar la energía limpia, y el empleo de cuatro mil millones de dólares en nuevos fondos federales para la sequía.
Los demócratas del Senado, con una estrecha mayoría de 50 escaños, se unieron para aprobar la legislación, para lo cual emplearon un proceso especial a prueba de obstrucciones que les permitió prescindir de los votos de los republicanos.
La aprobación final se produjo después de una serie de votaciones de enmiendas conocidas como «voto-a-rama», que se prolongó casi 16 horas desde el sábado por la noche hasta esta jornada.
Acorde con expertos, el avance del proyecto destraba la estancada agenda del presidente Joe Biden y le brinda un impulso a su partido de cara a las elecciones de medio término a celebrarse el próximo noviembre.
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