Durante el encuentro, realizado el 18 de julio con unos 40 diplomáticos extranjeros, el mandatario de tendencia ultraderechista levantó sospechas sobre las urnas electrónicas, sin presentar pruebas y ya desmentidas.
Basó su arenga en una investigación abierta por la Policía Federal en 2018, con la autorización del Supremo Tribunal Federal (STF), sobre la invasión de un hacker al sistema del Tribunal Superior Electoral (TSE).
Sin embargo, esta última corte informó en reiteradas ocasiones que este acceso fue bloqueado y no interfiere en ningún resultado.
De igual manera, el exmilitar atacó a ministros del STF y del TSE, así como defendió la participación de las Fuerzas Armadas en el proceso electivo.
El portal R7 asegura que la remisión de la demanda de indagación se hizo para el conocimiento y la Procuraduría General de la República entiende que la medida cabe a Bolsonaro.
Tal órgano será responsable de evaluar si hay indicios de delito y proponer o no la apertura de una investigación al gobernante. La solicitud fue hecha por parlamentarios de oposición.
En el documento, los legisladores acusan a Bolsonaro de cometer delito de responsabilidad, crimen contra el Estado Democrático de Derecho, trasgresión electoral, improbidad administrativa e incitación de las Fuerzas Armadas contra el TSE.
«No puede el representado utilizar el cargo de presidente de la República para subvertir y atacar el orden democrático, buscando crear verdadero caos en el país y desestabilizar las instituciones públicas, no estando por encima del ordenamiento jurídico vigente», indica el pedido de pesquisa al exparacaidista.
Recientemente el diario O Globo alertó que la agenda del jefe de Estado está aún más clara después de las mentiras sobre las urnas electrónicas proferidas a embajadores.
Aseguró que Bolsonaro no aceptará el resultado de la elección del 2 de octubre si es derrotado y busca movilizar a sus partidarios para intentar repetir en Brasil un movimiento violento de contestación, inspirado en la invasión contra el Capitolio por seguidores del expresidente estadounidense Donald Trump el 6 de enero del año pasado.
«El golpismo de Bolsonaro es una amenaza aguda a la democracia, que necesita ser enfrentado con energía y determinación», remarcó O Globo.
Hasta la fecha, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva encabeza todas las encuestas de opinión rumbo al sufragio en el que espera reelegirse Bolsonaro.
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