Los agentes accedieron a la casa del mandatario, tras más de una hora de espera en el patio de acceso a la residencia, y no encontraron a la joven.
El abogado del jefe de Estado, Benji Espinoza, criticó la búsqueda de la hija putativa de Castillo en la residencia presidencial y la calificó como un hecho “desproporcionado, irrazonable, abusivo el allanamiento”.
“Yenifer Paredes no vive en el Palacio de Gobierno, sino en Cajamarca (ciudad norandina). Pese a que la fiscalía lo sabe, pidió ingresar a la residencia familiar en Palacio”, explicó.
El arresto frustrado ejecutaba una orden de captura dictada por el juez Raúl Justiniano y que incluyó a José Medina, exalcalde del municipio de Anguía, de Cajamarca, los hermanos empresarios Anggi y Hugo Espino, así como el también hombre de negocios Daniel Príncipe.
Los detenidos y la cuñada e hija putativa de Castillo, según la hipótesis de la Fiscalía, integran una organización criminal dedicada a favorecer a determinadas empresas con contratos de obras públicas licitadas por el Ministerio de Vivienda.
Como en otras cuatro indagaciones abiertas por la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, el Ministerio Público considera al presidente Castillo como jefe de la supuesta organización criminal.
La Fiscalía señala como presuntos “lugartenientes” de la red al alcalde Medina y al actual ministro de Transportes y Comunicaciones, Geiner Alvarado, hasta hace unos días titular de Vivienda y Construcción.
Asigna el papel de supuestos testaferros a Hugo y Anggi Espino, Yenifer Paredes, y Walter y David Paredes Navarro, hermanos de la esposa de Castillo, Lilia Paredes.
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