«Fueron destruidos más de 300 proyectiles para los lanzacohetes múltiples estadounidenses Himars, así como gran cantidad de municiones para los obuses M777», refirió en el parte diario a la prensa el portavoz de la entidad castrense, mayor general Ígor Konashénkov.
El vocero añadió que la defensa antiaérea derribó un avión caza, tres drones, varios obuses estadounidenses M777 y lanzacohetes múltiples en el territorio de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) y en la provincia ucraniana de Járkov.
Asimismo, el jefe militar precisó que las baterías rusas interceptaron en las regiones ucranianas de Jersón y Zaporizhzhia 17 proyectiles de los sistemas Himars.
La fuerza aeroespacial, agregó Konashénkov, destruyó dos centros de mando y tres almacenes de armas de las tropas de Kiev, ubicados en Donetsk, Jersón y Nikoláev.
Más temprano, el embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, denunció que el presidente estadounidense, Joe Biden, continúa echando leña al fuego en Ucrania al aprobar un nuevo paquete de apoyo militar por mil millones de dólares.
El diplomático advirtió que Estados Unidos «se implica cada vez más en el conflicto, aproximándose a una línea peligrosa en la pugna con Moscú».
La víspera, el Gobierno estadounidense anunció como parte de la nueva ayuda militar el envío de más proyectiles para los sistemas Himars, lanzamisiles portátiles Javelin, cientos de misiles antitanques, 75 mil proyectiles calibre 155 milímetros, entre otros pertrechos.
El Pentágono aseguró recientemente que desde la llegada de Biden a la Casa Blanca en enero de 2021, los envíos de armas a territorio ucraniano alcanzaron hasta la fecha los nueve mil 800 millones de dólares.
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