El exmandatario intentó durante meses evitar el testimonio de este miércoles, lo que podría determinar el resultado de la pesquisa sobre los negocios inmobiliarios de su familia a través de la Organización Trump.
La comparecencia llega en un momento legalmente peligroso para él, advirtió el diario The New York Times.
Hace dos días el Buró Federal de Investigaciones registró su residencia Mar-a-Lago, en Florida, como parte de otra investigación sobre material confidencial que el exgobernante se llevó cuando salió de la Casa Blanca.
En reiteradas ocasiones Trump ha calificado estas pesquisas como una cacería de brujas con motivaciones políticas.
“Mi gran compañía y yo estamos siendo atacados por todos lados. ¡República bananera!», escribió en su red social Truth Social.
El caso se centra en si la Organización Trump infló el valor de sus activos a lo largo de los años para obtener beneficios financieros, pues de acuerdo con la oficina de la fiscal neoyorquina, Letitia James, se encontraron pruebas «significativas» que apuntan a un fraude en las finanzas de la compañía.
Debido a que esta es una investigación civil, James puede demandar a Trump, pero no puede presentar cargos penales en su contra.
Aún así, la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, sí lleva a cabo una indagación criminal paralela para determinar si Trump infló de manera fraudulenta las valoraciones de sus propiedades.
El exocupante del Despacho Oval se encuentra desde hace semanas en el centro de atención tanto por las implicaciones del allanamiento del FBI a su mansión como por las audiencias en el Congreso sobre su implicación en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
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