Según el informe publicado este viernes, el descenso del último mes sigue a una subida del 0,3 por ciento en junio y está relacionado con costos menores en los productos combustibles y no combustibles.
De este modo, los precios mostraron su mayor caída mensual desde abril de 2020; aunque en los 12 meses a julio, los precios de importación aumentaron un 8,8 por ciento.
Por sectores, los precios de los combustibles importados cayeron un 7,5 por ciento el mes pasado después de subir un 6,2 por ciento en junio.
A la par, los precios del petróleo retrocedieron un 6,8 por ciento, mientras que el costo de los alimentos importados descendió un 0,9 por ciento, la mayor baja en un mes desde noviembre de 2020.
Ahora, si se excluyen los costos de combustible y alimentos, los precios de importación cayeron un 0,5 por ciento. Estos llamados precios de importación subyacentes disminuyeron un 0,6 por ciento en junio.
El Departamento de Trabajo informó además que los precios de exportación cedieron un 3,3 por ciento en julio después de acelerarse un 0,7 por ciento en junio.
Específicamente los precios de las exportaciones agrícolas retrocedieron un 3,0 por ciento, con la caída liderada por los precios más bajos de la soja, el trigo y el algodón. Mientras, los precios de las exportaciones no agrícolas bajaron un 3,3 por ciento.
Según expertos, el informe se suma al grupo de señales que parecen apuntar a que la inflación en el país alcanzó su punto máximo.
En ese contexto, la Reserva Federal podría bajar el ritmo de su política para controlar la inflación, aunque considera si elevar su tasa de referencia de préstamos a un día en otros 50 o 75 puntos básicos en su próxima reunión del 20 al 21 de septiembre.
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