El crudo Brent, de referencia en las bolsas europeas, ganó un 3,4 por ciento esta semana, tras la caída del 14 por ciento en igual período previo; mientras, el petróleo estadounidense West Texas Intermediate (WTI), que cotiza en la bolsa de Nueva York, subió un 3,5 por ciento.
Según expertos, esta subida general está relacionada con temores de los inversores a que el aumento de la inflación y las tasas de interés afecten al crecimiento económico y a la demanda de combustible.
A pesar de ello, este viernes los precios petroleros cayeron alrededor de un dos por ciento, por la expectativa de que las interrupciones del suministro en el golfo de México de Estados Unidos duren poco y preocupaciones sobre una posible recesión.
Los futuros del Brent cayeron 1,45 dólares, o un 1,5 por ciento, para situarse en 98,15 dólares el barril, mientras que el WTI bajó 2,25 dólares, o un 2,4 por ciento, a 92,09 dólares el barril.
“Estamos retrocediendo un poco después de la gran subida del jueves”, dijo Phil Flynn, analista del grupo Price Futures, pues ambos contratos habían ganado más de un dos por ciento ese día.
En ese contexto, se espera que el reemplazo de una pieza dañada en un oleoducto permita la reanudación de la producción en siete plataformas petroleras estadounidenses del Golfo de México.
El mercado también fue impactado por las diferentes opiniones sobre la demanda de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Según analistas, se observa una desaceleración económica, pero no está claro si es tan grande como algunas de las perspectivas recientes han estado prediciendo. De ahí que la demanda tendrá altibajos, pero la oferta sigue siendo la principal preocupación.
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