En el informe de conjunto con autoridades del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), a cargo del estudio, se precisa que la pesquisa tendrá lugar con dos años de retraso debido a las restricciones por la pandemia de la Covid-19.
El censo tendrá un costo de más de 54 millones de dólares y durará unos 56 días -hasta el 4 de marzo-, precisó el contralor general, Gerardo Solís, quien destacó que será un proceso tecnológico y amigable con el ambiente.
Por su parte el director del INEC, Samuel Moreno, indicó que en la primera semana de julio de 2023 darán a conocer los datos preliminares y los oficiales en septiembre del mismo año.
Se estima una proyección estimada conservadora de la población panameña, superior a los cuatro millones 200 mil habitantes, agregó.
Moreno explicó que del presupuesto asignado ya invirtieron 20 millones de dólares en la compra de equipos informáticos.
La Contraloría precisó en un comunicado que para el censo se utilizarán ocho mil 650 Dispositivos Móvil de Captura (DMC), que es un tipo de computadora de tamaño pequeño, con capacidades de procesamiento, conexión a internet, memoria y almacenamiento, que estarán controlados y bloqueados para ejecutar solamente las aplicaciones censales.
Cerca de siete mil empadronadores necesarios para la recolección de los datos comenzarán a ser reclutados en noviembre próximo, mientras que su capacitación se iniciará en diciembre de este año y se requerirá además la participación de dos mil supervisores en 126 sitios censales.
El funcionario destacó además la importancia de contar y tener la información no solo de los ciudadanos nacidos en Panamá sino también de los extranjeros residentes en el país, para verdaderamente tener una data creíble, concisa y oportuna de cuántos somos y de las necesidades de la población.
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