Según pesquisas exhaustivas de la CEPE, los primeros contagiados fueron un soldado de 18 años y un niño de cinco que tocaron en una colina de la Comuna Ipo del distrito Kumgang, en la provincia de Kangwon, objetos lanzados en globo desde Corea del Sur.
“Lo más grave del caso es que los desertores del norte en el sur de Corea vociferan que hay que enviar virus malignos a Corea del Norte bajo la instigación y aprobación de las autoridades surcoreanas y solo en abril enviaron a nuestro país decenas de miles de volantes y artículos sucios utilizando globos”, dice el informe.
Añade sobre el particular que “la realidad objetiva nos demuestra que un único contagiado infecta a muchas personas y causa una grave crisis profiláctica”.
Al respecto, concluye que “las maniobras de Corea del Sur de lanzar objetos contaminados a nuestra región son atrocidades de lesa humanidad como acto antiético que no es más que una especie de ataque bioquímico”.
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