El jefe de Estado se dirigió al país en el aniversario 159 de la Guerra de la Restauración desde la ciudad de Santiago, provincia homónima.
Luego de resaltar la efeméride, el mandatario se concentró en sus años al frente del Ejecutivo y explicó como llegaron a encargarse del país en momentos muy complicados y en medio de una pandemia, pero con objetivos bien claros.
Alabó la gestión del país en la lucha contra la Covid-19 y todo cuanto se hizo en función de atender las necesidades de la población, así como la forma en que fue llevada a cabo la reapertura de la economía “más rápida que la de la mayoría de los países”.
Habló del crecimiento económico, el cual llegó a los dos dígitos el año pasado y sectores como el turismo o las zonas francas quienes están en este momento, en cifras récord, pero alertó acerca de que ese desempeño está afectado por la crisis entre Rusia y Ucrania.
Asimismo, explicó que para enfrentar los niveles inflacionarios más altos de los últimos 14 años fue aprobado un paquete de medidas, entre las cuales estuvieron los subsidios para la protección de las clases trabajadoras y los más vulnerables.
Abinader dijo que existen problemas puntuales en la economía, los cuales son transitorios y a estos el gobierno atiende con medidas y presupuesto, pero también cuenta con fortalezas, y puso de ejemplo el nivel de reservas del país, el más alto de la historia. La oposición estuvo en su punto de mira en varias ocasiones, al criticar las gestiones pasadas comparando lo hecho por ellos, con los resultados de sus dos años al frente de la nación, y apuntó que han hecho mucho, con menos recursos de los empleados antes.
Agregó, refiriéndose a sus opositores que el momento es complicado y el país necesita “trabajo, ideas y aportes, no palabrería, politiquería o una mirada electoralista”.
Aunque diferentes cuestiones no se plantearon o les dedicó poco tiempo, saltó a la vista el tema haitiano, pues realmente era de esperar fuera tratada con mayor profundidad la relación bilateral y la crisis política que afecta al vecino país.
Finalmente, mencionó el aspecto de la justicia independiente y de cómo en su gestión no hay impunidad, aspecto de total actualidad cuando son procesados sonados casos de corrupción.
Luego del discurso del mandatario las reacciones no se hicieron esperar y aún se escuchan voces a favor y en contra, por un lado sus detractores lo califican de tener «mucha espuma y poco chocolate» y sus parciales, quienes valoran la gestión de muy buena y con palpables mejoras para la calidad de vida de los ciudadanos.
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