Para la directiva, durante cinco generaciones los miembros del BNP fundaron, dirigieron y ahora son maestros de escuelas en todo el país.
El éxito del elenco, resaltó, no solo queda en suelo canalero sino que también los artistas se destacan en escenarios internacionales.
Para Barrios es clave la motivación de inspirar a la juventud para que sean bailarines, artistas, de estar en el medio o en la producción, porque hay muchísimo talento acumulado, según explicó al diario La Estrella de Panamá.
También adelantó que pronto el BNP contará con sede propia dentro de la Ciudad de las Artes, que construye el Ministerio de Cultura (MiCultura).
Por su parte, el viceministro del ramo Gabriel González indicó que otro objetivo es llevar el ballet a las provincias; se ha hecho en pequeñas escalas pero la idea es llevarlo al interior.
La víspera, el BNP concluyó parte de las actividades en homenaje a sus cumpleaños 50 con la presentación en el Teatro Nacional, en el casco antiguo de la capital, de la obra Giselle.
Mientras, Micultura inauguró una muestra fotográfica que podrá ser visitada hasta el venidero 25 de agosto titulada «Una mirada al Ballet Nacional», con imágenes de grandes figuras de la danza panameña e invitados internacionales como Margot Fonteyn, Maruja Herrera, Sasa Adamovic, Cristina Quijano, Javier Jara, Julio Araúz y Josefina Nicoletti.
En la exposición también se presentan vestuarios y accesorios utilizados en la puesta en escena del clásico La Bayadere.
El BNP tiene sus raíces en los años 60, cuando un grupo de bailarines decidió unirse para entrenar y nació la idea de formar una compañía profesional para Panamá, bajo el liderazgo de la primera bailarina, Teresa Mann.
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