Tenemos un mercado potencial y el objetivo es poder volver a Bolivia un centro de fertilizantes, un referente y poder cubrir la demanda que tienen Brasil, Uruguay, Argentina y Perú, afirmó Dorgathen.
El ejecutivo refirió que la nación cuenta con la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) Marcelo Quiroga Santa Cruz, inaugurada en 2017, con la cual abrió la era de la industrialización del gas en el territorio.
Anticipó que Bolivia construirá una segunda fábrica de este tipo.
Informó que en el primer proyecto petroquímico, YPFB invirtió alrededor de 950 millones de dólares, incluida la edificación de la PAU y las obras complementarias del complejo.
Subrayó que esta instalación cuenta con tecnología de punta y, además, fue construida por Samsung Engineering, empresa líder a escala mundial con amplia experiencia en este sector.
De acuerdo con YPFB, la PAU consta de 12 reactores, dos áreas de reformación de gas, 11 insumos como catalizadores de alta gama, tres calderos, tres salas de control y 450 equipos en toda la Planta de Amoniaco y Urea.
A eso se suman unos cuatro mil 900 instrumentos conectados por 180 kilómetros de cables y más de 350 mil pulgadas diametrales de soldadura durante la construcción.
Dorgathen recordó la mala administración de esta instalación durante el gobierno de facto de Jeanine Añez, que llevó incluso a paralizar la producción.
Sin embargo, destacó que desde la recuperación de la democracia en noviembre de 2020, YPFB trabajó para poner al 100 por ciento de capacidad a la industria, que se consolidó el 18 de agosto último.
Como resultado de esta labor, informó, la corporación espera que se generen unos 400 millones de dólares en ventas, cifra muy superior a la registrada en 2018.
Comentó que Latinoamérica y el mundo experimentan un creciente incremento de la agroindustria para satisfacer las necesidades de seguridad alimentaria, y esto se incrementa por la aparición de un conflicto como el de Ucrania y Rusia.
En esta coyuntura la mayoría de los países no tiene acceso a la urea y Bolivia tiene seguridad alimentaria con dicho compuesto garantizado, un producto que se genera a partir de la industrialización, muy requerido a nivel mundial, explicó.
Agregó que en estas circunstancias Brasil, Paraguay, Perú, Panamá y Colombia piden el producto a Bolivia, por lo cual resulta importante industrializar esta materia prima para que genere valor agregado.
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