«Bolsonaro es una mala copia de Trump. Trump también intentó evitar aceptar el resultado (electivo). Intentaron invadir el Capitolio, y (Trump) tuvo que ceder», afirmó Lula en su primer encuentro con la prensa extranjera desde que presentó su candidatura hacia las elecciones del 2 de octubre.
El abanderado presidencial del Partido de los Trabajadores comentó que estaba seguro que «en Brasil el resultado será aceptado sin ningún problema. (…) Se da a quien pierde el derecho a llorar».
Insistió que no ve «cómo no aceptar el resultado electoral, no hay experiencia en Brasil. Tuvimos un presidente que no quiso pasar la pancarta al otro. No hay problema, eso es lo de menos. Lo importante es que la gente sepa que va a haber una elección», remarcó.
De acuerdo con el líder petista, Bolsonaro «ha mentido, ha difundido noticias falsas, ha desafiado a las instituciones (…)».
Sin pruebas, el exmilitar, principal adversario de Lula en el próximo sufragio, cuestionó la integridad de las urnas electrónicas en el país, aunque el sábado dejó entrever que si no es reelegido, se respetará el resultado.
También el exdirigente sindical defendió que el crecimiento de la economía brasileña y la realización de políticas públicas importantes dependen de la inversión por parte del gobierno.
Ante los periodistas, el expresidente prometió asimismo que, si retorna al poder, renegociará el acuerdo comercial entre el Mercado Común Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE), firmado en 2019.
«El acuerdo no es válido porque ni siquiera se ha alcanzado plenamente. Brasil no está obligado a aceptar un pacto que no respeta el deseo de Brasil», indicó.
Señaló que quieren sentarse con la UE y discutir en función de las necesidades de esa comunidad y «nuestras, los derechos que cada uno tiene».
Para Lula, con la negociación todos deben ganar. «Lo que queremos en el debate de Europa es no renunciar a nuestro interés en reindustrializarnos», agregó.
A pesar de lo anunciado, el convenio, que prevé una serie de modificaciones en temas tarifarios y no, continúa sin entrar en vigor porque depende de una serie de medidas, entre ellas la aprobación del texto por el parlamento de todos los países afectados.
Entre las medidas previstas por el trato aparecen la retirada de aranceles sobre el 91 por ciento de los productos que la UE exporta a Mercosur en un período de 10 años.
Igualmente, en sentido contrario, la retirada de aranceles del 92 por ciento de los productos que Mercosur exporta a la UE en un lapso similar.
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