«Nadie será grande si sueña pequeño. Nuestra política exterior nunca permitió que la gente hablara grueso con Bolivia, Paraguay y nunca permitió que se hablara fino con Estados Unidos», afirmó Lula durante un evento en Sao Paulo, donde fue presentado el libro Brasil en el mundo: ocho años de Gobierno de Lula, del fotógrafo Ricardo Stuckert.
En su intervención en el paulista Memorial de América Latina, el candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) hacia las justas comiciales del 2 de octubre abogó por un cambio en la política exterior brasileña y remarcó que «a nadie le gusta lamer botas».
Para el exdirigente obrero, Brasil tuvo un «empobrecimiento de política exterior» después del gobierno del PT.
«Cuando yo era presidente, el Celso (Amorim) era el mejor canciller en actividad en el mundo. Jamás en algún momento Brasil conquistó el respeto que tuvo en nuestro gobierno. Un día este país fue respetado, fue generoso», aseveró.
El extornero mecánico defendió asimismo las alianzas del gobierno brasileño con África en el área de educación.
«Tenemos que pagar a África en transferencia de tecnología, educación. Brasil tiene que tratar a las personas de igual a igual», señaló.
Sobre el volumen de fotos durante sus mandatos (2003-2011), Lula manifestó que «este libro es para que las personas más humildes puedan saber lo que es posible que un país haga cuando un gobernante tiene que tomar decisiones. Que Brasil tenga muchos fotógrafos con la dedicación y competencia de Stuckert», elogió.
El profesional del lente proviene de una familia con tradición en el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo).
Su padre, Roberto, fue el responsable de las fotos del extinto mandatario João Figueiredo, quien estuvo en el poder de 1979 a 1985 y es considerado el último presidente del período de la dictadura militar (1964-1985).
Acerca de la dinastía de imagen de esta familia, el periódico Gazeta do Povo publicó en 2009 que padre e hijo fueron los únicos que consiguieron arrancar una sonrisa de jefes de Estado en la foto oficial, distribuida a todas las oficinas públicas. Gazeta publicó en la ocasión que «símbolos de una familia que suma otros 31 compañeros de profesión, padre e hijo conocen como pocos los corredores del Palacio del Planalto».
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