Mediante vídeoconferencia, representantes de la delegación FAO en esta capital y el ente del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) estudiaron en un seminario asuntos relacionados con la nutrición alimentaria, con la participación de funcionarios del Ministerio de Educación.
En el intercambio destacaron buenas prácticas en esta esfera por parte de varias naciones de la región y nuevas herramientas desarrolladas por FAO.
Según expertos, la región latinoamericana enfrenta el reto de combatir la malnutrición bajo todas sus formas, ya que en el continente, 56,5 millones de personas no tienen acceso a una alimentación adecuada, de ellas cinco millones de niños menores de cinco años de edad tienen retraso de crecimiento.
También precisaron que unos cuatro millones de infantes padecen exceso de peso, que en el caso de los escolares representa entre el 20 y el 40 por ciento de esa población.
Al respecto, señalaron que la malnutrición es la causa directa de muchas enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, la hipertensión, las también las cardiovasculares o el cáncer, entre las principales causas de muerte en los países.
El oficial de nutrición de FAO, Israel Ríos, explicó que se trabaja en torno a principios como lograr la seguridad alimentaria y nutricional y el derecho humano a la alimentación adecuada como parte de las contribuciones al cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Además son claves, dijo, los proyectos de la alimentación escolar vinculados a la agricultura familiar.
En 2019 y 2020 FAO y la entidad especializada del SICA impulsaron programas para favorecer la agricultura familiar asociada a los planteles mediante compras públicas, talleres, diálogos nacionales, la creación de una estrategia regional y la inserción de la educación alimentaria y nutricional en los contenidos docentes.
Del 2020 y el pasado año sobresalen iniciativas dirigidas a fortalecer la alimentación saludable entre escolares, mediante la difusión de prácticas, talleres, campañas y la revisión de marcos jurídicas, entre otras, de manera que los niños se conviertan en actores de los cambios.
Para 2023 se alista un programa de desarrollo de capacidades sobre estos temas, cuyo objetivo es brindar apoyo a los Ministerios de Educación para desarrollar su currículo con jóvenes, padres, profesores y otros actores involucrados, bajo la metodología del “aprender haciendo”.
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