Con más de 19,5 metros de altura, la instalación forma parte de la serie Big Trash Animals, compuesta por retratos de animales, y a juicio de su autor, es una «manera de hacer retratos de la naturaleza, una composición víctima con lo que la destruye».
El artista, que se encontraba en El Paso invitado por la organización sin fines de lucro Green Hope Project, decidió retratar en esa ciudad a una especie en peligro de extinción como el puma, originario del desierto de Chihuahua, en Texas.
Bordalo II y su equipo trabajaron 12 horas al día durante el fin de semana cortando pedazos de plástico usado, pintándolos y atornillándolos para concebir el proyecto que responde a su línea creativa basada en el grafiti y la pintura mural que matizado con diferentes tonalidades en armonía con la naturaleza.
En los últimos años, el creador ha repartido animales por todo el mundo tras alcanzar notoriedad por las esculturas realizadas a partir de desechos en ciudades como Estarreja, Loures, Vila Nova de Gaia, Faro, Coimbra, Águeda y Covilhã.
Graduado en Artes Plásticas de la Universidad de Lisboa, su icónica técnica de materiales reciclados se basa en la continua exploración sobre los temas de conciencia ambiental y el consumismo masivo, en tanto busca generar el debate crítico al interior de la sociedad.
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