De acuerdo con la canciller Erika Mouynes la recuperación de ese patrimonio fue posible gracias a la labor mancomunada del Ministerio de Cultura y la embajadora de la nación canalera en Ámsterdam, Elizabeth Ward.
Para Mouynes el valioso material cerámico prehispánico representa para el país el rescate de parte de su identidad, de la historia como fuente de cohesión social y de orgullo nacional.
También señaló que se trata de la repatriación de piezas arqueológicas más grande en la historia de Centroamérica, lo cual confirma el compromiso del Gobierno con la protección al patrimonio cultural prehispánico y el combate al tráfico ilícito de estas piezas.
La diplomática precisó que un esfuerzo similar se realiza en otros países y que el próximo retorno de muestras vendrá de Italia.
Por su parte, Ward agradeció el apoyo de la aerolínea KLM, al museo Volkenkunde y a las autoridades superiores de la Universidad de Leiden, quienes manifestaron su interés en devolver a sus legítimos propietarios tan importante colección.
Anteriormente, se recuperaron piezas arqueológicas precolombinas en Italia y Alemania.
Panamá es signataria de la Convención de 1970 sobre las medidas para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales.
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