En anteriores análisis sobre los aprendizajes en 2009 y 2018, que miden habilidades adquiridas por los alumnos para su participación plena en la sociedad, los resultados han sido muy bajos según autoridades del Ministerio de Educación (Meduca).
Desde el 2000 este proyecto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al que se somete Panamá es uno de l os indicadores internacionales de educación más conocido, que permite tener datos sobre el avance o rezago de las políticas públicas a través de pruebas de lectura, matemática y ciencias.
En el caso de Panamá, la prueba permitirá medir el impacto del aprendizaje a distancia aplicado durante la Covid-19, versus el presencial.
Ya en 2009, Panamá obtuvo una puntuación pésima en las pruebas y quedó en la posición 62 de 65 naciones calificadas, es decir, a solo tres puestos del peor calificado.
En de 2018 fueron evaluados 77 países y Panamá quedó en el puesto 71. Participaron seis mil 270 alumnos, una muestra al azar de un total de 72 mil 84 estudiantes de 15 años.
A pesar del arrastre académico, que se profundizó en los dos primeros años de la pandemia –según lo reconocen las mismas autoridades educativas–, en 2022 participan seis mil 300 alumnos de 16 regiones educativas, de escuelas oficiales y particulares.
La directora de Evaluación del Meduca, Gina Garcés, explicó al diario La Prensa que la prueba permitirá al país tener información para monitorear la evaluación del aprendizaje y los resultados del sistema educativo nacional.
Subrayó que la prueba presentará resultados sobrfe las actitudes de los educandos frente al aprendizaje y su contexto social y cultural.
Panamá asumió el reto de la prueba PISA, pese a que el propio presidente de la República, Laurentino Cortizo, manifestó durante el pasado mes de marzo que está seguro de que el país saldrá mal, una vez más, mientras reconocía que la educación es el gran reto de este gobierno y de los que vienen.
Las más recientes pruebas Pisa de 2018 mostraron que más de la mitad de los alumnos panameños de 15 años no entiende lo que lee y siete de cada 10 no podía ni siquiera resolver un cálculo matemático básico.
El istmo participó por primera vez en PISA en 2009. Desde ese año y hasta 2014, las evaluaciones dejaron de constituir una prioridad de la política educativa del país, con excepción del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
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