En lo que va de semanas son varias las acciones adelantadas por las autoridades para contener las crisis, entre ellas el mantenimiento de los precios de los combustibles divulgado la víspera.
El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, y la ministra de Economía, María Luisa Hayem, presentaron a la Asamblea Nacional tres piezas de correspondencia para continuar con las medidas para contener la crisis inflacionaria. Según Zelaya la crisis global de los hidrocarburos «no depende de nosotros porque no producimos petróleo», y que la situación se agrava con la guerra entre Rusia y Ucrania debido a que son productores de hidrocarburos y potencias de abastecimiento de alimentos a escala mundial.
Por decisión del parlamento y a propuesta del gobierno continuarán vigentes medidas como la suspensión del impuesto de dos contribuciones especiales, el Fondo de Estabilización para el Fomento Económico que reduce en 16 centavos de dólar el galón de gasolina súper y regular y la Contribución al Transporte que implica una reducción de 10 centavos por cada galón.
En la situación en la que avanza el país, también influirán desfavorablemente algunas decisiones como una de la empresa textil Fruit of the Loom, que anunció el cierre de una de sus plantas.
Esa empresa llegó a estar a la cabeza de las exportaciones del sector textil salvadoreño y de toda la industria en general en la década pasada, y sus productos estaban entre las principales exportaciones el país.
La Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas apuntó que el cierre representará que entre 700 y 800 personas se quedarán sin empleos.
La participación del sector textil y de confección en las exportaciones totales del país es de un 38,5 por ciento, además genera 83 mil 527 empleos directos.
La situación para las autoridades salvadoreñas se complica tras la persistente alza de los precios de los alimentos que en el último año se incrementaron un 14,2 por ciento.
Recientemente, la Dirección General de Estadística y Censos de El Salvador (Digestyc) publicó una encuesta que revela un deterioro de las condiciones de vida de la población en comparación con 2019.
Los hogares en condición de pobreza aumentaron del 23,5 por ciento del total en 2019 al 24,6 por ciento en 2021. También aumentaron las familias en pobreza extrema del 4,6 por ciento al 7,8 por ciento.
Economistas advierten que son apenas indicadores, pero que a menos de dos años de los comicios presidenciales, pueden ser un peso para la reelección del candidato del partido en el gobierno.
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