Desde el pasado 29 de agosto, el cuerpo de rescatistas implementa la segunda fase del plan para extinguir el fuego en la instalación, que provocó el derrumbe del lado norte de las gigantes columnas debido a la fermentación del cereal en el lugar desde la explosión del 4 de agosto de 2020.
Bajo la guía del ministerio de Medio Ambiente y de Transporte y Obras Públicas, las labores de limpieza y retiro de escombros facilitarán la preservación de las áreas aledañas del puerto beirutí, fundamentalmente los silos del sur como monumento histórico en memoria de los mártires de la catástrofe de hace dos años.
Los trabajos para remover todos los desechos y rellenos existentes reciben la cooperación de ONU Hábitat y durante la recogida los granos de trigo mal almacenados son rociados con materiales antifúngicos para evitar el crecimiento de algunos tipos de hongos.
En la percepción general, los silos minimizaron la onda expansiva de la tragedia del Puerto de Beirut que causó más de 200 muertes y miles de heridos, además de destruir a buena parte de la capital libanesa.
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