“El gobierno nacional no permite, ni permitirá las operaciones de USAID en el país”, asegura el documento oficial circulado a la prensa.
Según el texto, esa estructura tras la cual Washington enmascara acciones de espionaje y subversión “fue expulsada de Bolivia el 6 de mayo de 2013 por actos de injerencia en los asuntos internos del país y como consecuencia de esa decisión, fue la salida de su personal y el cierre de sus oficinas”.
El Gobierno del expresidente Evo Morales expulsó de Bolivia a la agencia estadounidense por conspirar con sectores de la oposición, medida similar a la aplicada en 2008 al embajador Philip Goldberg por inmiscuirse en los asuntos internos de la nación andino-amazónica.
La nota del Ministerio de Relaciones Exteriores salió a la luz tras la denuncia formulada por el tres veces exministro de la Presidencia durante el mandato de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, en un acto en el Trópico de Cochabamba.
El politólogo y autor de varios libros sobre los métodos de subversión de los servicios de espionaje de Washington sostuvo que la ciudad de El Alto se convirtió en una “cueva” del financiamiento estadounidense y europeo para dividir al Movimiento al Socialismo.
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